Con una imagen renovada, LCV buscaba definir aquello que los hacía únicos en un insumo comunicacional. En esta etapa del proyecto sumamos nuestro aporte con la creación de la propuesta única de valor de la institución en un mensaje fuerte y enfocado en sus públicos objetivos.
Con la propuesta única de valor definida, necesitábamos reforzar los activos de marca con la creación de un personaje que identifique a los estudiantes del liceo, pero que sobre todo transmita la esencia de la institución. Personificamos a Farolito, la mascota insigne que por años a acompañado a directivos, docentes y estudiantes, representando el espíritu de pertenencia cultural y social LCV.